La importancia que en la medicina natural se le da al hígado como órgano protector de la salud por excelencia queda reflejada en la inmensa bibliografía que se le ha dedicado por todos los autores. Entre sus aproximadamente 500 funciones conocidas, destaca la de "filtro" de las sustancias tóxicas peligrosas, y regulador del metabolismo. En la medicina natural es imposible concebir un hombre sano sin un hígado sano.
Cada día son más las evidencias que señalan al hígado como un guardián anticanceroso. Es cuando el hígado se ve sobrepasado por las agresiones debidas a fumar, bebidas alcohólicas, déficit nutricional sub-clínico y excesos de comestibles tóxicos, que este guardián se ve incapaz de seguir protegiendo al organismo y sobrevienen numerosas enfermedades, y entre ellas el cáncer. Afortunadamente el hígado es un órgano noble y muy resistente, que se somete silenciosamenete a todas las agresiones de su tirano amo... ¿Pero hasta cuándo? El hígado tiene un límite más allá del cual le es imposible soportar más agresiones.
Muchos investigadores están convencidos de la asociación hígado-cáncer, basándose no sólo en observaciones clínicas sino también en experiencias de laboratorio. uno de estos investigadores, el doctor Martin Protzel, jefe de patología oral en el City Hospital de Newmark, en Nueva Jersey, indujo una degeneración hepática en caballos a base de inyectar a los animales una solución de tetracloruro de carbono y aceite de oliva, y les permitió luego beber bebidas alcohólicas. Cuando estos animales se les embadurnó con un agente cancerígeno bien conocido, como es el 3-4-benzopireno (que se halla, por ejemplo, en los escapes de los automóviles) los animales desarrollaron cáncer en el 43 por ciento de los casos. Mientras que otro grupo de ratas de laboratorio cuyos hígados no habían deteriorados demostraron estar mucho más protegidos contra los agentes cancerígenos. Estas experiencias del doctor Protzel confirman la observación clínica diaria del porqué el cáncer afecta mucho más a los fumadores, bebedores empedernidos y sujetos con malnutrición, y que tienen por denominador común un hígado indefenso. Es un hecho que los desequilibrios hepáticos favorecen el cáncer al igual que un hígado en perfecto estado nos protege en gran medida contra el mismo.
Para que podamos estar seguros de que el hígado sigue regulando el metabolismo correctameente y protegiéndonos contra numerosas enfermedades de forma eficaz, hay que asegurarse de que este órgano dispone de un nivel óptimo de nutrientes biocatalíticos. El hígado necesita un suministro permanente de vitamina C necesario para combatir las sustancias tóxicas. Igualmente necesaria para mantener un hígado sano es la vitamina E. No olvidemos nunca el factor lipótropo y protector del hígado que es la colina, y que encontramos en dos alimentos con justa y merecida fama como "aliados" del hígado: la levadura de cerveza y lecitina. Conviene, así mismo no olvidar los suplementos de zinc, selenio y calcio. Y SOBRE TODO EL DIA DE AYUNO SEMANAL y las prácticas de curas anuales con alguna planta hepática como el ajenjo, cardo marinano, alcachofa, diente de león, etc., que permiten potenciar las funciones defensivas y antitóxicas del hígado al máximo.
Por supuesto, junto con las medidas de protección del hígado es necesario evitar a los enemigos del mismo, especialmente las putrefacciones intestinales (causadas por comidas incompatibles) y el estreñimiento, el tabaco, bebidas alcohólicas (si no se es abstemio redúzcala al menos a su mínima expresión), fármacos que no sean estrictamente necesarios, contaminantes ambientales y especialmente los insecticidas y sprays ambientadores que perjudican gravemente al órgano clave de la salud.
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