LA ELIMINACIÓN DE TOXINAS. PARTE I

El cuidado de las vías de eliminación es uno de los aspectos más importantes que tenemos que considerar al reconstruir las defensas naturales del organismo. Uno de los más grandes maestros, el doctor John H. Tilden, médico de Denver, Colorado, desarrolló el principio filosófico de que a fin de restablecer la salud del organismo las enfermedades han de tratarse por medio de la eliminación de las toxinas acumuladas en los tejidos, los órganos y los sistemas sanguíneo y linfático. Él creía que, más que buscar una curación para los males, lo que había que hacer era eliminar los aspectos negativos que los producen, sustituyéndolos con ideas constructivas e ideales capaces de engendrar el mejor estado de salud posible.

Uno de sus principales alumnos, el doctor Bernard Jensen, considera que hay mucho de verdad en el pensamiento del doctor Tilden. La nutrición es importante, pero no lo es todo. La apropiada eliminación y el buen cuidado de los sistemas orgánicos encargados de ella son necesarios antes que el sistema digestivo pueda aprovechar de la mejor manera posible los alimentos que comemos. Si permitimos que en nuestro cuerpo se acumulen en exceso toxinas, contaminantes, sustancias químicas nocivas y productos de desecho, estaremos creando degeneración de los tejidos. Todo buen programa para alcanzar la mejor salud posible requiere de poner gran atención a una adecuada eliminación.

La ciencia de la iridología ha demostrado que casi todos tenemos en nuestro organismo debilidades inherentes, y que es en estas áreas donde las toxinas tienden a acumularse produciendo condiciones que propician la eventual pérdida de la salud como resultado de infecciones, enfermedades u otras formas de anomalías en el organismo. Para algunos puede ser el sistema respiratorio; para otros pudiera ser los riñones, el hígado, la tiroides o el sistema de reproducción. A fin de evitar el depósito de toxinas tendremos que prestar a menudo cuidados especiales a aquellos sistemas que en nuestro cuerpo muestran debilidades inherentes, asegurándonos de que los sistemas eliminatorios estén cumpliendo sus funciones de la mejor manera posible. Por medio de la iridología encontramos que el intestino es, con frecuencia, el sistema más sobrecargado con acumulaciones tóxicas, y que al mismo tiempo es frecuentemente el canal de eliminación que más se descuida.

Los sistemas eliminatorios del organismo son el intestino, los riñones, los bronquios, la piel y el sistema linfático.

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